Thompson Terrier - Libro 2 - historia 5
Bienvenidos amigos! Listos para un nuevo año!!!
Un día, Thompson Terrier estaba tranquilo en su casa y de pronto llegó TIGRESA para decirle: Thompson! Tengo dos noticias! Primero: soy la nueva jefa pero si querés te dejo estar más tiempo. Lo segundo: Te llamaron desde Ucrania, más específicamente, desde la ciudad de Chernobyl!
Por un lado, Thompson estaba feliz de que Tigresa fuera su nueva jefa. Lo segundo le parecio raro porque Chernobyl había sufrido un accidente nuclear hace treinta años. Le dijo a Tigresa que podía ser la nueva jefa y que arreglarían todo.
Thompson atendió la llamada del otro lado y le dijeron que era...
VLADIMIR TIMOCENKO!!!
Llamando desde la Central Nuclear de Chernobyl. Thompson pensó que debía ayudarlo ya que la radiación era muy elevada. Sacó un pasaje en avión y fue a Chernobyl, Ucrania. Preguntó a Tigresa y Caterpillar si querían ir y ambos dijeron que sí.
Un día lluvioso de agosto, los tres llegaron a Chernobyl, pero al bajar del avión vieron algo espantoso...
Tres personas paradas mirando hacia el bosque de Vladivostok que rodeaba la Central Nuclear.
Lo peculiar de estas figuras era que la primera era bajita, tenía una pierna más larga que la otra y usaba una bata blanca con manchas de sangre seca.
La segunda figura era una chica. Tenía un palo eléctrico clavado en el pecho y una pierna más corta que la otra. También tenía una bata con sangre seca. La tercera figura era un niño pelado con una terrible cicatriz en su cabeza y un cuchillo clavado en su cuello. También tenia una flecha clavada en el brazo y una remera que decía 52/ 4- B.
Thompson Terrier y Tigresa se dieron cuenta que era el sujeto 52 que había trabajado en el Reactor 4, sector B de la Planta Nuclear. Lo raro era que nadie debía estar vivo. Al querer darlos vuelta, los tres sujetos se cayeron y sus caras estaban completamente quemadas por la radiación. Lo último que lograron decir antes de morir fue: NO HABLEN CON PV!
Caterpillar rápidamente entendió que no debían hablar con el profesor Vladimir Timocenko.
Cuando se desintegraron completamente, los tres amigos vieron que la nena había dejado un diario que decía en la portada: LEANLO - REBECA TORME
La primera página decía:
"Esta es mi sangre y esta es mi piel. No importa lo que digan. Solamente escuchen mi relato de los terribles últimos días de los experimentos en el Reactor 4, Sector B. Yo vivía feliz con mis padres Viktor y Sasha, hasta que un día el Reactor 4 explotó y mis hermanos Sergei y Volodya, y yo fuimos capturados por el malvado científico jefe de la planta, el doctor profesor Vladimir Timoncenko. El nos llevó a su laboratorio en el Sector B del Reactor 4 y experimentó con nosotros y las barras de grafito.
El primer día, nos quemó los ojos para que no viéramos, y nos empezó a poner cosas radioactivas sobre la piel hasta quemárnosla. El segundo día, nos puso barras de grafito quemadas por la radiación, las cuales hicieron que vomitáramos y tuviéramos hemorragias internas. Luego, nos llevó a una celda donde dormiríamos. Desde el pasillo oscuro escuchábamos aullidos y horribles gritos de dolor. También risas enloquecidas. Algunos se preguntarán cómo hice para escribir esto: yo solo me guiaba por mi sangre que era mi tinta, mi piel corroída que eran mis hojas y por eso esto está desprolijo. El tercer día, dijo que si hacíamos bien las cosas nos soltaría, pero igualmente no viviríamos mucho afuera por la radiación. El último experimento era que nos cortaría las manos y los pies para ver cómo actuábamos en un caldero lleno de radicación. Luego, dijo que estaba todo bien y nos soltó a orillas del Lago Botrok.
FIN
Cuando Thompson, Tigresa y Caterpillar leyeron el diario, vieron que había un mapa que indicaba cómo llegar a la Central Nuclear. Comenzaron a caminar. Cuando tuvieron todo el equipo para protegerse de la radiación, y acumularon comida y agua, consiguieron un contador Geiger.
Con todo ese equipo, los tres integrantes del grupo misterioso cruzaron el primer cartel y se acercaron al Lago Petrolero. Faltaban aún 14 km hasta Pripiat y otros 6 hasta el temido Reactor 4.
CAP 1
CAPITULO 2: EL REACTOR
Habiendo pasado el cartel que decía PRIPIAT 5 KM, los tres amigos se dieron cuenta que estaban muy cerca del llamado Lago Petrolero. Al llegar a orillas del lago, cerca de la desembocadura del rio Botrok, comenzaron a salir del lago unas garras rojas llenas de petróleo. Intentaron atrapar a Tigresa y a Caterpillar. Thompson agarro una barra metálica y empezó a cortar las manos. Liberó así a Tigresa y a Caterpillar y les dijo: "Estas son manos de gente que ahora son mutantes y que fueron arrojados al lago por haber cometido crímenes innombrables. Apurémonos a cruzar el puente sobre el rio Botrok y adentrémonos en el Bosque Profundo.
Caterpillar no le gustaba la palabra "profundo", pero Thompson les dijo que no había otro camino. Debían entrar en el Bosque Profundo y después el río Botrok. Cuando llegaron al Bosque Profundo, empezaron a escuchar ruidos y susurros intimidantes. Caterpillar, que conocía el lenguaje de las arañas, entendió que decían: "Ah, nuevas personas para cenar! Sangre dulce y joven para succionar. No más de esos secos mutantes de Pripiat!"
Los tres intentaron escapar del bosque pero Tigresa se tropezó con una rama y una araña gigante la envolvió en su tela e intentó llevarla a su guarida. De pronto, apareció...RUPERTO GALLO!
Ruperto cortó con su hacha a la araña a la mitad y salió un líquido violeta de olor nauseabundo. Todos se pusieron felices de ver a Ruperto, pero le preguntaron por qué no tenía su traje protector. Él les dijo: "No necesito un traje porque los gallos nunca sufrimos la radicación. Nuestros cuerpos son muy fuertes!"
Thompson invitó a Ruperto a acompañarlos a Pripiat y Ruperto aceptó. Salieron del bosque, caminaron unos 2km hasta el cartel que decía en ruso: "CENTRAL NUCLEAR - KLPBTYE NAJISKA".
Cuatro kilómetros después...
Estaban a punto de llegar al reactor y empezaron a escuchar ruidos extraños y sollozos desconsolados. Eran mutantes que el Dr. Timocenko había creado. Ruperto atacó a tres y Thompson, Tigresa y Caterpillar a cuatro. Una vez destruidos, los cuatro amigos se adentraron en la Central.
CAPITULO 3: ULTIMO DÍA...Y ULTIMAS PALABRAS.
Dentro de la Central, los cuatro amigos, porque Ruperto ya era parte del equipo, comenzaron a escuchar ruidos. Ruperto les dijo que debían agacharse, pero Caterpillar no lo hizo y de pronto comenzaron a aparecer zombies por todas partes. Ruperto encontró cuatro robots con armas y todos se subieron. Comenzaron a disparar a los zombies en sus cabezas y así salvaron a Caterpillar justo antes que lo mordieran en el brazo.
Colgado de la pared, encontraron un mapa para llegar al Reactor 4 y al laboratorio del Dr. Timocenko. El mapa era así:
Primero debían pasar por las calderas, pero debían bordear todo para no morir. El que escribió esto sabía que no era del todo claro el mapa porque había algo tachado misteriosamente. Qué podría ser?
Nadie le creía a Thompson, y todos decían que era una mancha de viejo. Al llegar a esa parte del camino, Ruperto escuchó las risas de alguien a lo lejos. Tigresa se puso en modo de ataque, y de pronto apareció una persona con una gran sonrisa que parecía cocida y con un largo y afilado cuchillo. No tenía párpados, y su pelo estaba carbonizado. Su risa se hizo más fuerte y comenzó a correr hacia ellos, blandiendo su cuchillo.
Tigresa logró atacarlo y él paró de reírse. La figura dijo: "No saben quien soy yo? Mi nombre es...JERIK BÉLOV! Y los mataré a todos!"
Jerik comenzó a reir y Tigresa comenzó a arañarlo, pero él siguió riendo como un loco.
Le lanzó el cuchillo a Ruperto, pero Tigresa lo detuvo, pateando el cuchillo, que se clavó en la pared, cerca de la cabeza de Jerik. Finalmente, Thompson sacó un arma y le disparó en la cabeza, diciendo: "Nunca pensaron es hacer eso?"
Una vez muerto Jerik, los cuatro amigos siguieron su camino. Sin embargo, antes de morir, Jerik agarró la mano de Tigresa y le dijo: "Timocenko...no es...lo que parece...él es...". Y murió.
Intrigados por las palabras de Jerik, los cuatro amigos se adentraron en la Central. Pasaron por el refrigerante y llegaron al laboratorio. En el laboratorio los esperaba...TIMOCENCKO!
"Buenos días, mis amigos!" dijo Timocencko. "Hace días que los espero!"
Su marcado acento ruso delataba que era en verdad el Dr. Timocencko, el gran científico de la Central Nuclear. Thompson se dio cuenta que en realidad Thompson no los necesitaba: los había llamado para hacerlos su prisionero y experimentar con ellos. Timocencko les dijo que si querían salir debían ser sus sujetos de prueba para unos horribles experimentos. "O, dijo él, pueden jugar una batalla de conocimiento y si pierden deben ser mis sujetos para los experimentos".
"Ok", dijo Terrier, porque sabía mucho.
El juego comenzó con la primera pregunta:
1-"QUIEN FUNDÓ LA CIUDAD DE MOSCÚ?"
Thompson Terrier dijo: "Ivan el Terrible".
"No," dijo Timocencko,"La respuesta es incorrecta. Fue Pyotr Smolanskaya en 1347."
2-"EN QUÉ AÑO FUE LA PRIMERA FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES?"
Thompson Terrier dijo: "Hubieron dos fundaciones: una en 1536 y otra en 1580."
"Correcto," dijo Timocencko. "Esta es la pregunta definitiva".
Antes de que Timocencko pudiera preguntar, Tigresa se abalanzó con sus garras y luego de una breve lucha le arrancó el corazón a Timocencko.
"Cuáles son tus últimas palabras?" preguntó Terrier.
"Mi hija...Tzvetalana...."
Al salir de la Central, aparecieron unos soldados que los llevaron a unos médicos. Al despertar, en la mañana siguiente, los doctores les dijeron que estaban a salvo. Ahora el problema era saber quién era y dónde estaba Tzvetlana Románová.
Un día, Thompson Terrier estaba tranquilo en su casa y de pronto llegó TIGRESA para decirle: Thompson! Tengo dos noticias! Primero: soy la nueva jefa pero si querés te dejo estar más tiempo. Lo segundo: Te llamaron desde Ucrania, más específicamente, desde la ciudad de Chernobyl!
Por un lado, Thompson estaba feliz de que Tigresa fuera su nueva jefa. Lo segundo le parecio raro porque Chernobyl había sufrido un accidente nuclear hace treinta años. Le dijo a Tigresa que podía ser la nueva jefa y que arreglarían todo.
Thompson atendió la llamada del otro lado y le dijeron que era...
VLADIMIR TIMOCENKO!!!
Llamando desde la Central Nuclear de Chernobyl. Thompson pensó que debía ayudarlo ya que la radiación era muy elevada. Sacó un pasaje en avión y fue a Chernobyl, Ucrania. Preguntó a Tigresa y Caterpillar si querían ir y ambos dijeron que sí.
Un día lluvioso de agosto, los tres llegaron a Chernobyl, pero al bajar del avión vieron algo espantoso...
Tres personas paradas mirando hacia el bosque de Vladivostok que rodeaba la Central Nuclear.
Lo peculiar de estas figuras era que la primera era bajita, tenía una pierna más larga que la otra y usaba una bata blanca con manchas de sangre seca.
La segunda figura era una chica. Tenía un palo eléctrico clavado en el pecho y una pierna más corta que la otra. También tenía una bata con sangre seca. La tercera figura era un niño pelado con una terrible cicatriz en su cabeza y un cuchillo clavado en su cuello. También tenia una flecha clavada en el brazo y una remera que decía 52/ 4- B.
Thompson Terrier y Tigresa se dieron cuenta que era el sujeto 52 que había trabajado en el Reactor 4, sector B de la Planta Nuclear. Lo raro era que nadie debía estar vivo. Al querer darlos vuelta, los tres sujetos se cayeron y sus caras estaban completamente quemadas por la radiación. Lo último que lograron decir antes de morir fue: NO HABLEN CON PV!
Caterpillar rápidamente entendió que no debían hablar con el profesor Vladimir Timocenko.
Cuando se desintegraron completamente, los tres amigos vieron que la nena había dejado un diario que decía en la portada: LEANLO - REBECA TORME
La primera página decía:
"Esta es mi sangre y esta es mi piel. No importa lo que digan. Solamente escuchen mi relato de los terribles últimos días de los experimentos en el Reactor 4, Sector B. Yo vivía feliz con mis padres Viktor y Sasha, hasta que un día el Reactor 4 explotó y mis hermanos Sergei y Volodya, y yo fuimos capturados por el malvado científico jefe de la planta, el doctor profesor Vladimir Timoncenko. El nos llevó a su laboratorio en el Sector B del Reactor 4 y experimentó con nosotros y las barras de grafito.
El primer día, nos quemó los ojos para que no viéramos, y nos empezó a poner cosas radioactivas sobre la piel hasta quemárnosla. El segundo día, nos puso barras de grafito quemadas por la radiación, las cuales hicieron que vomitáramos y tuviéramos hemorragias internas. Luego, nos llevó a una celda donde dormiríamos. Desde el pasillo oscuro escuchábamos aullidos y horribles gritos de dolor. También risas enloquecidas. Algunos se preguntarán cómo hice para escribir esto: yo solo me guiaba por mi sangre que era mi tinta, mi piel corroída que eran mis hojas y por eso esto está desprolijo. El tercer día, dijo que si hacíamos bien las cosas nos soltaría, pero igualmente no viviríamos mucho afuera por la radiación. El último experimento era que nos cortaría las manos y los pies para ver cómo actuábamos en un caldero lleno de radicación. Luego, dijo que estaba todo bien y nos soltó a orillas del Lago Botrok.
FIN
Cuando Thompson, Tigresa y Caterpillar leyeron el diario, vieron que había un mapa que indicaba cómo llegar a la Central Nuclear. Comenzaron a caminar. Cuando tuvieron todo el equipo para protegerse de la radiación, y acumularon comida y agua, consiguieron un contador Geiger.
Con todo ese equipo, los tres integrantes del grupo misterioso cruzaron el primer cartel y se acercaron al Lago Petrolero. Faltaban aún 14 km hasta Pripiat y otros 6 hasta el temido Reactor 4.
CAP 1
CAPITULO 2: EL REACTOR
Habiendo pasado el cartel que decía PRIPIAT 5 KM, los tres amigos se dieron cuenta que estaban muy cerca del llamado Lago Petrolero. Al llegar a orillas del lago, cerca de la desembocadura del rio Botrok, comenzaron a salir del lago unas garras rojas llenas de petróleo. Intentaron atrapar a Tigresa y a Caterpillar. Thompson agarro una barra metálica y empezó a cortar las manos. Liberó así a Tigresa y a Caterpillar y les dijo: "Estas son manos de gente que ahora son mutantes y que fueron arrojados al lago por haber cometido crímenes innombrables. Apurémonos a cruzar el puente sobre el rio Botrok y adentrémonos en el Bosque Profundo.
Caterpillar no le gustaba la palabra "profundo", pero Thompson les dijo que no había otro camino. Debían entrar en el Bosque Profundo y después el río Botrok. Cuando llegaron al Bosque Profundo, empezaron a escuchar ruidos y susurros intimidantes. Caterpillar, que conocía el lenguaje de las arañas, entendió que decían: "Ah, nuevas personas para cenar! Sangre dulce y joven para succionar. No más de esos secos mutantes de Pripiat!"
Los tres intentaron escapar del bosque pero Tigresa se tropezó con una rama y una araña gigante la envolvió en su tela e intentó llevarla a su guarida. De pronto, apareció...RUPERTO GALLO!
Ruperto cortó con su hacha a la araña a la mitad y salió un líquido violeta de olor nauseabundo. Todos se pusieron felices de ver a Ruperto, pero le preguntaron por qué no tenía su traje protector. Él les dijo: "No necesito un traje porque los gallos nunca sufrimos la radicación. Nuestros cuerpos son muy fuertes!"
Thompson invitó a Ruperto a acompañarlos a Pripiat y Ruperto aceptó. Salieron del bosque, caminaron unos 2km hasta el cartel que decía en ruso: "CENTRAL NUCLEAR - KLPBTYE NAJISKA".
Cuatro kilómetros después...
Estaban a punto de llegar al reactor y empezaron a escuchar ruidos extraños y sollozos desconsolados. Eran mutantes que el Dr. Timocenko había creado. Ruperto atacó a tres y Thompson, Tigresa y Caterpillar a cuatro. Una vez destruidos, los cuatro amigos se adentraron en la Central.
CAPITULO 3: ULTIMO DÍA...Y ULTIMAS PALABRAS.
Dentro de la Central, los cuatro amigos, porque Ruperto ya era parte del equipo, comenzaron a escuchar ruidos. Ruperto les dijo que debían agacharse, pero Caterpillar no lo hizo y de pronto comenzaron a aparecer zombies por todas partes. Ruperto encontró cuatro robots con armas y todos se subieron. Comenzaron a disparar a los zombies en sus cabezas y así salvaron a Caterpillar justo antes que lo mordieran en el brazo.
Colgado de la pared, encontraron un mapa para llegar al Reactor 4 y al laboratorio del Dr. Timocenko. El mapa era así:
Primero debían pasar por las calderas, pero debían bordear todo para no morir. El que escribió esto sabía que no era del todo claro el mapa porque había algo tachado misteriosamente. Qué podría ser?
Nadie le creía a Thompson, y todos decían que era una mancha de viejo. Al llegar a esa parte del camino, Ruperto escuchó las risas de alguien a lo lejos. Tigresa se puso en modo de ataque, y de pronto apareció una persona con una gran sonrisa que parecía cocida y con un largo y afilado cuchillo. No tenía párpados, y su pelo estaba carbonizado. Su risa se hizo más fuerte y comenzó a correr hacia ellos, blandiendo su cuchillo.
Tigresa logró atacarlo y él paró de reírse. La figura dijo: "No saben quien soy yo? Mi nombre es...JERIK BÉLOV! Y los mataré a todos!"
Jerik comenzó a reir y Tigresa comenzó a arañarlo, pero él siguió riendo como un loco.
Le lanzó el cuchillo a Ruperto, pero Tigresa lo detuvo, pateando el cuchillo, que se clavó en la pared, cerca de la cabeza de Jerik. Finalmente, Thompson sacó un arma y le disparó en la cabeza, diciendo: "Nunca pensaron es hacer eso?"
Una vez muerto Jerik, los cuatro amigos siguieron su camino. Sin embargo, antes de morir, Jerik agarró la mano de Tigresa y le dijo: "Timocenko...no es...lo que parece...él es...". Y murió.
Intrigados por las palabras de Jerik, los cuatro amigos se adentraron en la Central. Pasaron por el refrigerante y llegaron al laboratorio. En el laboratorio los esperaba...TIMOCENCKO!
"Buenos días, mis amigos!" dijo Timocencko. "Hace días que los espero!"
Su marcado acento ruso delataba que era en verdad el Dr. Timocencko, el gran científico de la Central Nuclear. Thompson se dio cuenta que en realidad Thompson no los necesitaba: los había llamado para hacerlos su prisionero y experimentar con ellos. Timocencko les dijo que si querían salir debían ser sus sujetos de prueba para unos horribles experimentos. "O, dijo él, pueden jugar una batalla de conocimiento y si pierden deben ser mis sujetos para los experimentos".
"Ok", dijo Terrier, porque sabía mucho.
El juego comenzó con la primera pregunta:
1-"QUIEN FUNDÓ LA CIUDAD DE MOSCÚ?"
Thompson Terrier dijo: "Ivan el Terrible".
"No," dijo Timocencko,"La respuesta es incorrecta. Fue Pyotr Smolanskaya en 1347."
2-"EN QUÉ AÑO FUE LA PRIMERA FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES?"
Thompson Terrier dijo: "Hubieron dos fundaciones: una en 1536 y otra en 1580."
"Correcto," dijo Timocencko. "Esta es la pregunta definitiva".
Antes de que Timocencko pudiera preguntar, Tigresa se abalanzó con sus garras y luego de una breve lucha le arrancó el corazón a Timocencko.
"Cuáles son tus últimas palabras?" preguntó Terrier.
"Mi hija...Tzvetalana...."
Al salir de la Central, aparecieron unos soldados que los llevaron a unos médicos. Al despertar, en la mañana siguiente, los doctores les dijeron que estaban a salvo. Ahora el problema era saber quién era y dónde estaba Tzvetlana Románová.
Comentarios
Publicar un comentario